Hola!
Ya casi hemos llegado al final de la semana y como cada jueves hay nuevo post
(lo sé, alucinas tanto como yo de que lo esté cumpliendo).
Llevo unas semanas
haciendo alguna receta un poco más sana y he dado con una que merece la pena
contar. Me encantaría llevar una vida con una alimentación sanísima y con cero
procesados pero eso lo dejo para cuando sea funcionaria y mi abuela no venga a
alimentarme. Contra una abuela no se puede luchar, para ella todo tiene mucho
alimento (grasaaaaaaaa), y obviamente por mucho que tu crecimiento ya solo sea
a lo ancho, para ella no es así, sigues siendo su bebé y no hay más que hablar.
Pese a ello, le debo todo a mi pelirroja!
Desde
que oposito me han entrado los mil males, cuando no estoy enferma de una cosa
lo estoy de otra y una de las cosas que he tenido que cambiar es la
alimentación, no drásticamente, pero sí me he tenido que concienciar de lo
importante que es para mí una alimentación rica en fibra. Otro día te hablaré
de mi desayuno milagroso, pero hoy vengo con otra propuesta.
La opo
da mucha hambre, MUCHA, y necesitaba algo para poder comer entre horas y que no
fuera de categoría “mierder” así que me decidí a hacer mi propia granola
casera.
Es una
receta muy sencilla y que se puede usar en diferentes platos: un bol con açai y
granola, un bol con yogurt, plátano, fresas y granola (si le añades chocolate
negro con mucho porcentaje de cacao…MÁTAME).
Los
ingredientes que vas a necesitar son:
- - Frutos secos (Almendras, avellanas, nueces, anacardos, coquitos,
pistachos) aquí puedes incluir lo que más te guste.
- -
Avena o copos de avena
- -
Dátiles deshuesados
- -
Agua
- -
Pipas de calabaza
- -
Pipas de girasol
Los
materiales que vas a necesitar son:
- -
Batidora de vaso, picadora, batidora de vaso, cacharro potente que te
haga la pasta de dátil, en resumen.
- - Bandeja de horno y papel de hornear
El primer
paso es triturar los dátiles con el agua en la picadora o batidora, mi consejo
es que pongas el agua poco a poco hasta conseguir la textura deseada, sería una
especie de pasta pegajosa, si te queda más líquida que a mí no te preocupes,
también sirve. La cuestión es que nos quede una especie de pegamento que
apelotone nuestra granola y nos deje esa textura tan crujiente y rica.
A continuación
en un bol mezclamos los frutos secos, que habremos picado con el cuchillo
previamente, no mucho, solo para que no estén enteros, la avena y las pipas.
Añadimos nuestra pasta de dátil y lo removemos todo para que se integre. No te
preocupes por el dulzor, la pasta de dátil se lo aporta, y si no te gusta el
dátil no pasa nada, no deja sabor.
Una vez todo integrado, ponemos papel vegetal sobre una bandeja de
horno y extendemos la masa sobre ella de forma que quede planita, lo metemos
unos 20 minutos a 180º, cuando pase el tiempo, le damos un par de vueltas con
la cuchara y lo metemos 10 minutos más, tiene que quedarte tostadito.
Sacamos del horno y dejamos enfriar. DELICIA
PREPARADA.
Para conservarlo un bote hermético de cristal
es la mejor opción, pero no es imprescindible.
Espero que te haya gustado y que hayas muerto
de placer solo de pensar en comer esta granola.
Te animo a que la hagas y me mandes fotos!
Recuerda Manzanucablog en Instagram te espera. Si tienes alguna duda déjalo en
comentarios y estaré encantada de responderte.
Besos manzanita!
Increíble receta y mejor sabor, eres una artista ❤️
ResponderEliminarMil gracias preciosa mía!!!!!!!
Eliminar